Citas célebres

"Desde que cogí tu libro hasta que lo dejé me desternillé de risa. Pienso leérmelo algún día." Groucho Marx.

viernes, 27 de junio de 2014

El empapelado amarillo - Charlotte Perkins Gilman


Esta historia corta es quizá una de las más famosas de Gilman, y una de las primeras obras feministas. La recomendaron en el podcast Writing Excuses que habla sobre el género de terror como ejemplo de una obra en primera persona en la que vemos cómo la protagonista se vuelve loca. Con una descripción así, ¿cómo podía resistirme?


Gilman se basó en su propia experiencia para escribir esta historia. Después de años de depresión, un famoso doctor de la época le prescribió reposo absoluto: no podía escribir, ni peinarse, ni mantener conversaciones... Solo podía estar tumbada en la cama y ver la vida pasar. Hoy en día sabemos que esto no solo no es ninguna cura, sino que en el caso de la depresión probablemente sea peor incluso, y la propia Gilman decidió renunciar al "tratamiento" después de un tiempo, ya que se dio cuenta de que había estado cerca de volverse loca.

La protagonista, sin embargo, no tiene tanta suerte. Sufre de estrés post parto, y durante los 3 meses que su casa estará de reformas su marido, su bebé, la criada y ella se mudan a una casita en el campo. Su marido, que es doctor, le prescribe el mismo tratamiento que sufrió Gilman: reposo absoluto. Al igual que Gilman, la protagonista es escritora, pero tiene prohibido escribir absolutamente nada, no puede recibir visitas y solo puede salir al jardín muy de vez en cuando. Está todo el día encerrada en su habitación, sin nada más que hacer que mirar el horrendo empapelado amarillo de la pared y sus extrañas formas.

A escondidas de su marido lleva un diario en el que cuenta sus pensamientos, en un intento de pasar el tiempo. Esto significa que la historia es en primera persona, y muy personal, así que casi podemos sentir por lo que la protagonista está pasando. Las primeras entradas son tristes, y Jane se queja de que es aburridísimo no poder ni hablar con alguien, además de lo feo que es el papel amarillo.

Pero poco a poco, mientras va pasando el tiempo y cada vez tiene menos contacto con el exterior, e incluso con su marido, que se pasa el día trabajando, los temas también van cambiando muy despacio. Cada día habla un poco menos de su vida y se centra más en el papel, que cada vez le espanta más. Empieza a alucinar y a ver mujeres en la pared, fuera de casa, ve formas en el papel amarillo y siente que está conectada a él. Esto hace que la historia vaya cogiendo un ritmo cada vez más frenético, que en los últimos días del diario hace que el corazón te lata rapidísimo mientras lees cómo Jane pierde la razón completamente.

La historia tiene la extensión perfecta; se puede leer en una sentada, así que no te aburres en ningún momento porque todo pasa rápido. Además, la locura de Jane aparece poco a poco y de forma sutil, siendo totalmente creíble. Empiezas pensando "Vaya, sí que se aburre la pobre", pronto cambias a "Qué cosas más raras dice esta mujer", y para cuando te das cuenta estás agarrando el libro con fuerza y corriendo para ver qué le pasa al final.

Pero lo mejor es que es en primera persona. Al leer nos metemos en la mente de Jane, somos ella, y por momentos da la sensación de que nos volvemos locos con ella. Empieza totalmente cuerda, así que cuando empieza a ver mujeres en la pared o barrotes en el papel no sientes que sean imaginaciones suyas. Si hace una página estaba perfectamente, ¿cómo va a estar loca ahora? Y para cuando está completamente loca, las imaginaciones parecen reales. Porque en su mente, lo que leemos, lo son.

En resumen, es una historia mag-ní-fi-ca. Es muy fácil de leer, muy corta y muy intensa. La autora usa un lenguaje muy sencillo, nada del otro mundo, pero la forma en la que es capaz de escribir un relato de terror psicólogico en primera persona, cosa nada fácil, y hacernos sentir esa angustia, es increíble.

jueves, 19 de junio de 2014

Steelheart - Brandon Sanderson


Steelheart es el primer libro de una trilogía de Brandon Sanderson, autor de montones de series de libros infantiles y juveniles. Sin embargo, y aunque esta novela también es juvenil, es un poco más adulta que las anteriores. Vi la portada de casualidad y, entre que me parece muy buena y que el título en sí mismo ya es bastante atractivo, decidí ver de qué trataba. 5 minutos más tarde estaba leyendo la novela y no pude soltarla hasta el final.


Hace unos años apareció un astro rojo en el cielo, y poco después hubo gente que adquirió todo tipo de poderes. Esta gente, los Épicos, empezó a luchar por hacerse con el poder de las ciudades o países, convirtiendo el mundo en una distopía. Cada Épico, aparte de su poder, tiene también una debilidad única, y para derrotarlos hay que descubrir cuál es y usarla. Esto es lo que hacen los Reckoners, un grupo que quiere acabar con los Épicos.

Me encanta el planteamiento: el mundo está lleno de superhéroes... y estos son los malos. Es un concepto muy original y atractivo, y la historia no defrauda. El protagonista es David, un chaval de 18 años que quiere matar a Steelheart, probablemente el Épico más poderoso del mundo y dictador de Chicago Nova, para vengar la muerte de su padre. Para eso necesita unirse a los Reckoners, pero aún más importante: tiene que descubrir la debilidad de Steelheart.

Es un planteamiento clásico, pero al ser un mundo poco trillado, funciona perfectamente. La novela empieza directamente con acción y mantiene un muy buen ritmo hasta el final, con partes más tranquilas entre lucha y lucha pero sin aburrir en ningún momento. Además, es muy fácil de leer y a la vez está bien escrito, lo cual se suele echar en falta en las novelas juveniles.


Mi único pero son los personajes. Lamentablemente, durante casi todo el libro son personajes bastante planos, muy arquetipados y repetitivos. Está el chaval graciosillo y heroico, está la chica guapa e interés amoroso del héroe, el señor mayor que hace de padre adoptivo del chaval, la friki de los ordenadores que guía al grupo desde su Batcueva, el graciosillo que repite el mismo chiste hasta la saciedad y el grandullón que soluciona las peleas menores con dos disparos de bazooka. Es un coñazo oír una y otra vez la bromita de que David no sabe usar metáforas, o el acento escocés de este y la adicción a las CocaColas de la otra. No es gracioso, repite más que el chorizo y solo consigue que reces porque esos personajes mueran cruelmente.

Sin embargo, también es verdad que hacia el final del libro esto mejora y, al menos David, Megan y el Profesor, adquieren más profundidad, una historia más interesante y dejan de parecer copiados de un episodio de El Equipo A. Aunque tampoco voy a mentir, sigo queriendo que un par de secundarios sufran una muerte dolorosa, pero mientras sigan en segundo plano y sin hablar mucho, me conformaré.


Estuve enganchada al libro desde el principio y en general me parece bueno, pero el último cuarto es genial. No me esperaba el final, ni las sorpresas que dan 2 de los personajes. Es verdad que uno de los trucos del autor (spoiler: revivir a un personaje que ha matado) me parece cutre y que no debería usarse nunca, pero al menos la razón que da es interesante y me dejó con ganas de saber más, así que se lo perdono.

En resumen, me parece una novela muy entretenida, especialmente para quienes nos gustan los superhéroes, y de mayor calidad que muchos libros juveniles que se ven por ahí. El autor debería trabajarse un poco más los personajes secundarios porque a veces parecen caricaturas, pero si sigue en la misma línea: mucha acción, superpoderes y grandes revelaciones; entonces seguiré leyéndole.

martes, 17 de junio de 2014

Hater - David Moody


Hater es el primer libro de la serie del mismo nombre, escrita por David Moody. La conocí porque Juan Antonio Bayona va a dirigir una película basada en esta novela, con Guillermo del Toro como productor, y con semejante gente interesada en ella pensé que merecería la pena. Leí la sinopsis y sonaba genial: enfermedad que nadie sabe cómo se propaga (estilo zombi), el clásico "Necesito salvar a mi familia pero quizá sea mi familia la que me mate", guerra apocalíptica... Sin embargo, y con un concepto tan bueno, el autor consigue destrozar un libro que parece indestrozable.


La idea de la novela es genial: un día hay gente que, de repente, asesina violentamente a quien tiene al lado. Puedes estar teniendo una conversación con un amigo y en un segundo te está mirando con odio mientras te mete los pulgares en los ojos; estás andando por la calle y quien iba a tu lado te golpea la cabeza contra el asfalto. Ocurre en un segundo, no se sabe qué es, no se sabe cómo se contagia y no se sabe por qué los "haters" matan. Solo sabemos que, una vez contagiados, sienten la necesidad irrefrenable de matar.

A mí me encantan este tipo de libros: distopías, zombis o similares, el no poder confiar ni en tus hijos... El concepto es tan bueno y innovador, dentro de lo que cabe, que parece difícil hacerlo mal. Y sin embargo, el autor consigue que nos durmamos. ¿Cómo es posible hacer que el lector se duerma en medio de un mundo de caos y violencia? Pues así:

El protagonista es uno de los personajes con menos carisma que conozco. Parece que el autor quería tener un protagonista "real": mediana edad, casado y con 3 hijos, vive a las afueras de la ciudad, tiene un trabajo aburrido que odia... Así podemos sentirnos identificados con él, y además el impacto será mayor cuando se desate la locura. Nada de soldados matando zombis desde submarinos, como vemos en Guerra Mundial Z: un secretario sosainas intentando que no le arranquen la cabeza.

Sin embargo, Danny es un coñazo. La narración es en primera persona, lo cual hace que sea aún más tedioso tener que verlo todo desde su mente. Durante la primera mitad del libro lo único que leemos es "Mis hijos son horribles, les odio; mi mujer no hace más que tocarme los huevos, qué asco; odio a mi jefa, es una zorra. Uy mira, la gente pone cara de loca y se mata. Qué cosas, ¿eh? ¡Cállate, niño de los cojones!". Es insoportable querer que te hablen de la epidemia y no ver más que a un hombre tener rabietas con sus hijos porque no le dejan ver el fútbol.

Esto hace que la historia no avance. Aunque de vez en cuando tenemos un par de páginas desde la perspectiva de un "hater" y vemos cómo funciona la enfermedad, enseguida nos cambian a Danny lloriqueando y no entendiendo nada de lo que pasa. Pero su mayor fallo es otro: no cumple su promesa.


Todos los libros hacen una promesa al lector al comenzar: amor, violencia, humor... El libro avanza gracias a esa promesa y tiene que terminar cumpliéndola. Y si no lo hace, ha engañado al lector, y todo lo que hemos estado esperando no llega nunca. Esto es lo que pasa con Hater.

Desde el principio, las únicas veces que Danny no se queja sobre sus hijos, lo único que piensa es "¿Por qué hace esto la gente?". Cuando mantiene una conversación con otra persona no hacen más que preguntar "¿Pero por qué se comportan así? ¿Por qué matan? ¿Cómo se ha propagado?". La segunda mitad del libro, de hecho, se hacen esa pregunta en todas las páginas: el autor hace que TODO gire alrededor de esa pregunta, lo único que mueve el libro hacia delante es intentar entender POR QUÉ ocurre la enfermedad: cómo comenzó, cómo se propaga, por qué crea asesinos. Sinceramente, no es mi tema favorito, yo prefiero que me digan cómo se enfrentan las personas a los zombis a saber en qué laboratorio surgió la enfermedad (como hacen los cómics de The Walking Dead o la novela Guerra Mundial Z). Sin embargo, si David Moody quiere explicarme cómo funciona el virus, ¿por qué no?

¿Y cuál es el problema? Que llegamos al 2% final del libro sin saberlo. Y de repente, aparecen unos personajes de la nada y nos dicen "Tendréis muchas preguntas. Querréis saber por qué hay haters. Tenemos todas las respuestas en este vídeo". Y el 1% final es el vídeo diciendo: "Estáis viendo este vídeo para saber por qué hay haters. Yo sé por qué hay haters: no sé por qué hay haters. Pero los hay. Ale, matad". FIN.

¡¿FIN?!

Perdona, señor Moody, pero esto no funciona así. Si tienes 3 personajes que hablan y lo único que dicen los 3 es "Xk xk xk la jente s tan mala?", al final vas a decirme por qué. Y si no lo haces, es que no sabes escribir. Si no quieres decir por qué son haters, no lo digas, ni lo prometas. Si no sabes explicarlo porque no sabes biología, no lo expliques, ni lo prometas. Puedes enfocar la novela de mil maneras distintas sin hablar del por qué, y sin embargo SOLO has hablado del porqué. Incluso un personaje llega a dar un discurso tan ridículo como "Yo lo sé: no lo sé". Eso, señor Moody, es patético.

Y resulta que este tipo ha conseguido alargar esta basura durante dos libros más. No sé cómo, al primer libro ya le sobran el 95% de sus páginas y el 5% restante es basura. Por favor, dejad de publicarle.

En resumen: es una basura. Si queréis buenas obras de este estilo os recomiendo Guerra Mundial Z, o aún más, los cómics de The Walking Dead. No le deis dinero ni perdáis el tiempo con este fraude, por favor.